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Consultoría web
“Si no sales en televisión, no existes”. Esta afirmación, pronunciada hace años por el político y activista estadounidense Al Gore, podría aplicarse perfectamente a Internet. De hecho, contar con un site corporativo —y que este esté bien posicionado en los resultados de los motores de búsqueda— es indispensable para que los clientes potenciales puedan conocer cualquier marca o empresa y su propuesta comercial. De ahí la importancia de la consultoría web.
En cualquier caso, además de dar visibilidad a un negocio y atraer visitantes, un sitio web desempeña otras muchas funciones, que van desde la fidelización de los usuarios hasta la comunicación con los mismos, pasando por la obtención de registros personales (leads) o las ventas online, en el caso de los sitios de e-commerce.
Verificar si el web responde al fin planteado
Cada web está orientado a una finalidad muy concreta: hacer branding, atraer tráfico orgánico (es decir, aquel que procede de los buscadores online); construir una base de datos de registros personales para ser utilizados en el ámbito del marketing de afiliación, vender, disponer de un canal de atención al cliente… Dependiendo de cuáles sean los objetivos de la compañía, el diseño y las funcionalidades del web deberán supeditarse a estos propósitos.
Por ejemplo, si lo que se busca es la capitación de tráfico cualificado, la web deberá incluir e incorporar periódicamente contenido relevante., de calidad y orientado a SEO. A su vez, si estamos ante un e-commerce, se priorizarán la visibilidad de los productos y servicios y las llamadas a la acción o call-to-action (CTA, en sus siglas en inglés), para mover al usuario a comprar, así como la simplificación de la pasarela de pago.
Adecuación y actualización del diseño web
La rápida evolución del diseño web y el goteo constante de nuevas tecnologías y softwares hace que un sitio web normalmente se quede obsoleto en el plazo de unos dos años. Esto no solo pude afectar negativamente a la imagen de marca, sino también a las expectativas de los clientes actuales y potenciales, que no encontrarán en el site aquello que necesitan. Por descontado, un web anticuado tampoco transmitirá la imagen de seriedad y profesionalidad de la que cualquier negocio precisa.
Esta parte de la consultoría web también afecta al sistema de gestión de contenidos o content manager system (CMS), un recurso que permite agilizar el mantenimiento del sitio web y ahorrar tiempo y dinero. Aunque existen infinidad de soluciones tecnológicas para ello en el mercado, se deberá optar por aquellas que mejor permitan ampliar las funcionalidades del site o añadir mejoras mediante plugins o cambios de diseño.
También hay que recordar la necesidad de que el sitio web tenga un diseño responsivo (responsive design), ya que el buscador de Google penaliza desde abril de 2015 a aquellas páginas web que no se ajusten a este criterio.
Usabilidad de la web
Muchas veces, este aspecto es el gran olvidado por muchas empresas, que tienden a priorizar un diseño impactante en detrimento de la usabilidad del web. Sin embargo, este factor no solo es fundamental para proporcionar una buena experiencia de usuario (UX), sino que también puede hacer que la empresa pierda registros o ventas —por ejemplo, ante el mal funcionamiento de un buscador interno o por dificultades en el proceso de compra— y, por lo tanto, dinero.
Para verificar la usabilidad de un site, los expertos en consultoría web utilizan recursos como los tests de usuarios o los focus groups. Mediante estas herramientas, se pueden detectar los problemas de usabilidad y adoptar las medidas necesarias para subsanarlos.
Calidad del contenido
Crear un buen contenido online no solo es una excelente opción para obtener un canal de tráfico orgánico, sino que también permite a la empresa posicionarse como experta en su sector económico. Todo ello sin olvidar que proporcionar información de valor y gratuito para el usuario es una de las estrategias de tipo pull más eficaces (esto es, para suscitar interés de los buyer persona o compradores ideales de la empresa de forma no invasiva, dando respuesta a sus dudas o puntos de dolor).
Para que un contenido funcione, además de la calidad, la relevancia y la extensión —se recomienda un mínimo de 300 palabras por página, siendo lo idóneo una extensión de 1.000 palabras—, también es preciso que este texto esté optimizado para SEO siguiendo técnicas white hat (es decir, las aceptadas por Google). Esto incluye el uso de palabras clave o keywords de manera natural, sin caer en la sobreoptimización o keyword stuffing.
Tampoco hay que obviar los aspectos técnicos. Es conveniente que las páginas contengan encabezamientos o heads (h1, h2, h3, etc.) bien jerarquizados, que no haya contenido duplicado, que se agregue enlazado interno, que se incluyan un título y una metadescripción por página web, que las imágenes tengan un nombre de archivo semántico e incorporen el atributo Alt text etc, que estas no presenten un tiempo de carga muy elevado... Todos estos factores y otros muchos son objeto de análisis durante la auditoría o consultoría web.
Asimismo, también es recomendable que la web esté preparada para que los contenidos estáticos y del blog se puedan compartir fácilmente en las redes sociales.
Posicionamiento en buscadores: SEO onpage y offpage
En el mundo del marketing online, es habitual escuchar la broma de que el mejor lugar para esconder el botín de un robo sería la segunda página de los resultados de búsqueda de Google. Si a esto le añadimos que los tres primeros resultados orgánicos se llevan más de tres cuartas partes del total de los clics, entenderemos por qué es esencial disponer de un web bien posicionado.
Para analizar este aspecto, las agencias de marketing que llevan a cabo la consultoría web emplean herramientas avanzadas que no solo establecen cómo están posicionadas unas determinadas páginas web; también estudian el rendimiento de las keywords estratégicas para cada negocio, detectan variables que inciden negativamente en el posicionamiento —por ejemplo, la presencia de páginas no indexadas, errores 404, tiempos de navegación bajos, tasas de rebote o bounce rates elevadas, etc.— y traza una estrategia para corregirlo a través de acciones de SEO onpage y offpage (por ejemplo, mediante link building u obtención de enlaces externos de páginas relevantes).
También se puede establecer una estrategia de SEM de pago (SEA), que incluirá campañas en plataformas como Google Ads para conseguir una mejora rápida de la visibilidad de la empresa en los resultados de búsqueda.
Seguimiento de la normativa legal
Cualquier web debe ajustarse al Reglamento Europeo de Protección de Datos. Para ello, deben contar con los correspondientes avisos legales, políticas de privacidad y avisos de cookies. Esto evitará a la empresa posibles multas que, en algunos casos, pueden alcanzar los 600.000 €, y contribuirá a que los usuarios tengan más confianza en el site.
En Roland Digital, nuestros profesionales y consultores web llevan años ayudando a empresas a mejorar su presencia online para consolidar su imagen de marca y aumentar sus ventas. Contacta con nosotros sin compromiso, y analizaremos cómo puedes potenciar tu presencia en Internet y hacer crecer tu negocio, proponiéndote un proyecto a tu medida.
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